Fue maravilloso poder compartir y aportar un granito de arena en esta causa pero sobre todo lo mejor es el dar testimonio de nuestro compromiso cristiano y el sentir de que evangelio no es algo que se hace dentro de cuatro paredes.
No No hubo necesidad de insistir en el llamado, rápidamente los miembros de la iglesia que escucharon de la idea de ir a ayudar prepararon su aportación y la hicieron llegar al templo que sirvió como Centro de Acopio. Luego se hizo una clasificación de la ayuda y nos trasladamos al Puerto Parada donde el señor Alcalde de San Diónisio, Julio Torres, nos oriento para que llevásemos la ayuda a la Isla Puntarenas.
Sip... sin duda, esa es mi Iglesia
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